Instalar una cerradura de seguridad, revisar el bombín periódicamente… Te contamos cómo puedes proteger la puerta de tu vivienda de un robo
Las puertas son uno de los puntos débiles de la seguridad de cualquier vivienda o negocio. Esto tiene una lógica, ya que son la vía de acceso más sencilla a cualquier bien. Por este motivo, hoy queremos explicarte cómo proteger la puerta de tu vivienda de un robo.
En primer lugar, queremos recordarte una obviedad: recuerda que debes cerrar siempre la puerta con llave. El resbalón no es suficiente, ya que es muy vulnerable. Cualquier persona un poco diestra es capaz de abrir una puerta cerrada solo con resbalón. Además de cerrar la puerta principal, no te olvides de cerrar las puertas secundarias de tu casa, como las que dan a patios, garajes o sótanos.
En cuanto entres a un piso, ya sea en régimen de compra o alquiler, debes cambiar la cerradura. Ten en cuenta que no sabes quién habitó la vivienda y, sobre todo, quién dispone de copias de la llave.
Instala una cerradura de seguridad y, a poder ser, intenta que tu puerta tenga dos puntos de cierre. Hay cientos de soluciones que ofrecen una gran protección. Pregunta a un profesional qué tipo de cerradura es la que más te conviene y no escatimes en esto. Recuerda que se trata de una inversión, no de un gasto.
También es importante revisar el hueco que existe entre la puerta y el suelo. Cuanto menos espacio haya, la puerta será más segura. Además, debes reforzar todas las bisagras con pivotes de acero o ángulos metálicos. Esto evitará que puedan apalancarla.
Por último, es primordial que, de forma periódica, revises la cerradura de la puerta. No solo se estropean al forzarlas, sino que su uso excesivo también las desgasta y, por supuesto, esta cuestión no pasa desapercibida para los ladrones.